lunes, 15 de octubre de 2012

Alejo Carpentier




Nació en La  Habana el 26 de diciembre de 1904, hijo de un arquitecto francés y de una cubana de refinada educación. Estudió los primeros años en La  Habana y a la edad de doce años, como la familia se trasladó a París durante unos años, asistió al liceo de Jeanson de Sailly, y se inició en los estudios musicales con su madre, desarrollando una intensa vocación musical que se refleja en su literatura. Ya de regreso a Cuba comenzó a estudiar arquitectura, pero no acabó la carrera. Empezó a trabajar como periodista y a participar en movimientos políticos izquierdistas, formando parte, entre 1923 y 1924, del "Grupo Minorista" que abogaba por una renovación de los valores nacionales de Cuba. Más tarde, se incorpora a las movilizaciones políticas contra Machado y el imperialismo norteamericano. Fue encarcelado y a su salida se exilió en Francia en 1928 hasta 1939. Volvió a Cuba donde trabajó en la radio y llevó a cabo importantes investigaciones sobre la música popular cubana. Viajó por México y Haití donde se interesó por las revueltas de los esclavos del siglo XVIII. De esta inquietud nace su primera gran obra El reino de este mundo (1949), que marcó el inicio de una larga carrera literaria caracterizada por el análisis cultural que hace de la América Latina. En dicha novela narra la historia de la revolución haitiana y del tirano del siglo XIX Henri Christophe. Marchó a vivir a Caracas en 1945 y no volvió a Cuba hasta 1959, año en el que se produjo el triunfo de la Revolución castrista. Desempeñó diversos cargos diplomáticos para el gobierno revolucionario. En 1976 es galardonado con el Premio Cervantes de Literatura. Murió en 1980 en París, donde era embajador de Cuba.
Novelista, ensayista y musicólogo cubano, que influyó notablemente en el desarrollo de la literatura latinoamericana, en particular a través de su estilo de escritura, que incorporatodas las dimensiones de la imaginación sueños, mitos, magia y religión en su idea de la realidad.
Se le considera el primer representante del llamado "Realismo mágico" que él consideraba patrimonio del continente americano. Defiende lo "real maravilloso" frente a lo "maravilloso surrealista" que considera artificioso.
 En cuanto a la literatura Carpentier recibió la influencia directa del surrealismo, y escribió para la revista Révolution surréaliste, por encargo expreso del poeta y crítico literario francés André Breton. Sin embargo, mantuvo una posición crítica respecto a la poco reflexiva aplicación de las teorías del surrealismo e intentó incorporar a toda su obra la lo real maravilloso, una forma de ver la realidad que, mantenía, era propia y exclusiva de América.
Entre sus novelas cabe citar El reino de este mundo (1949), escrita tras un viaje a Haití, centrada en la revolución haitiana y el tirano del siglo XIX Henri Christophe, y Los pasos perdidos (1953), el diario ficticio de un músico cubano en el Amazonas, que trata de definir la relación real entre España y América siguiendo la conquista española. Se considera que es su obra maestra, un intento de llevar a cabo su idea de construir una novela que llegue más allá de la narración, que no sólo exprese su época sino que la intérprete.
Guerra del tiempo (1958) se centra en la violencia y en la naturaleza represiva del gobierno cubano durante la década de 1950.
En 1962 publicó El siglo de las luces, en la que narra la vida de tres personajes arrastrados por el vendaval de la Revolución Francesa. Más que una novela histórica, o una novela de ideas es, en la interpretación de algunos críticos, una cabal novela filosófica.
Concierto Barroco (1974) es una novela en la que expone sus visiones acerca de la mezcla de culturas en Hispanoamérica.
El recurso del método (1974) y La consagración de la primavera (1978), obras complementarias y difíciles; la primera suele "considerarse como la historia de la destrucción de un mundo", la caída del mito del hombre de orden, mientras que la segunda representa la larga crónica del triunfo en Cuba de un nuevo mito, que Carpentier trata de explicar desde su imposible papel de espectador: el autor trata de explicar el inconciliable desajuste entre el tiempo del hombre y el tiempo de la historia.
A pesar de su corta producción narrativa, Carpentier está considerado como uno de los grandes escritores del siglo XX. Él fue el primer escritor latinoamericano que afirmó que Hispanoamérica era el barroco americano abriendo una vía literaria imaginativa y fantástica pero basada en la realidad americana, su historia y mitos. Su lenguaje rico, colorista y majestuoso está influido por los escritores españoles del Siglo de Oro y crea unos ambientes universales donde no le interesan los personajes concretos, ni profundizar en la psicología individual de sus personajes, sino que crea arquetipos el villano, la víctima, el liberador  de una época.
  Muere en 1980 en París, donde era embajador de Cuba.

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